“El único instrumento que los hombres tenemos tanto para perfeccionarnos como para vivir dignamente es la educación”. Santo Tomás de Aquino.
En esta ocasión reflexiono en la importancia de un aprendizaje continuo, una formación integral y la importancia de la resiliencia, pues en nuestras Universidades no podemos rezagarnos ante las irrupciones tecnológicas, requerimos continuar trabajando en la atención del binomio educación - tecnología.
Comprometernos con nuestra formación en muchas ocasiones puede conllevar
horas de desvelo, lesionar económicamente a nuestra familia, muchos sacrificios personales y cansancio, pero llegar a la meta es sin duda una de las más gratas experiencias de vida.
Ante la necesidad de repensar lo vivido, he querido compartir en unas líneas lo que ha representado cursar un doctorado, en el ámbito familiar, personal y profesional, esperando que mi experiencia pueda ser de utilidad a otros colegas que se encuentran en caminos de superación académica, desde un humilde testimonio.
Mis estudios de posgrado previos al doctorado, tanto la especialización como la maestría los cursé cuando mi hija Sofía (Sofy) era pequeña y fue posible con el apoyo incondicional de mi esposo. Cursar un doctorado siempre estuvo en mis planes, lo mismo que cuidar y proteger a mi familia.
Cuando Sofy cumplió diez años, la familia creció y se vio bendecida con Juan Pablo y dos años después con Samanta (Samy). Ante un trabajo y una dinámica familiar demandante decidí esperar a que mis hijos más pequeños tuvieran una edad en la que pudieran ya valerse más por sí mismos, así que me puse de plazo esperar a que Samy cumpliera diez años. Esto ocurre precisamente en el año 2020, donde en el mes de marzo iniciamos el confinamiento por la pandemia, a pesar de ello decidí continuar lo planeado, aunque tengo una formación tecnológica con un enfoque de gestión, quería un doctorado en Educación, revisé y recopilé la información solicitada en varias instituciones y prácticamente tenía mi documentación lista.
En los meses de abril y mayo la situación del confinamiento se recrudece, en jornadas de trabajo de todo el día, utilizaba un espacio al medio día para ver a mis papás, darles sus medicamentos y algunas vitaminas, en estos meses mi papá se enferma y finalmente fallece el 26 de julio de 2020, precisamente al día siguiente de haber recibido la noticia del fallecimiento de un querido amigo, el Dr. Luis Gutiérrez, quien falleció el 25 de julio.
En ese mismo mes, me programan la entrevista por videoconferencia en la Universidad Anáhuac, seguía con mi vestido negro en señal de luto que aún guardaba por las dos recientes pérdidas. Recuerdo muy bien que el maestro que me entrevistó me preguntó si mi familia me apoyaría para poder cursar el doctorado y yo le respondí que sí, en ese momento no entendí la razón de tal pregunta. Después de enviar dos ensayos que me solicitaron como parte de la evaluación y la documentación solicitada me respondieron que si fui aceptada en el Doctorado.
En el mes de agosto se dan otras pérdidas irreparables, la de mi maestro y amigo el Fís. Juan Antonio Herrera con quien convivimos la Mtra. Carmen Denis y yo por más de 25 años en la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY); también de manera rápida e inesperada fallece la directora de la academia de danza de mis tres hijos, la Mtra. Socorro Echevarría, con quien tuve la oportunidad de convivir cuatro años.
Todas estas perdidas fueron dolorosas, cada una representó un duelo diferente, pero aún me faltaba vivir la experiencia más triste que he sufrido al momento, en el mes de febrero de 2021 se nos adelantó mi sobrino Eduardo, un hijo para mí, lo cuidé desde bebé y como mamá me alegré con sus alegrías y lloré con sus tristezas. A pesar de lo que las pérdidas simultáneas representaron, pude experimentar en todo momento y a través de tantas personas el amor de Dios, la compañía y el amor de mi familia que también atravesaba el duelo, de familiares y amigos cuyas palabras fueron un bálsamo en las heridas abiertas.
La gracia también ha sobreabundado en medio de las pruebas y dificultades de la vida, en este periodo el ámbito familiar mi mamá se fue reponiendo física y emocionalmente a las pérdidas; Miguel y yo celebramos nuestras bodas de plata; él mantuvo en funcionamiento la academia de TaeKwonDo; mi hija Sofy se tituló como ingeniera física y comenzó a laborar en analítica y ciencia de datos; Juan Pablo inició y concluyó la educación secundaria y fue aceptado en el bachillerato en línea en la UADY; Samy ingresó a la secundaria. También se creó la compañía Peninsular de Danza “Socorro Echeverría” donde Samanta y Juan Pablo fueron invitados a participar en las presentaciones.
En el ámbito profesional, en este periodo me tocó estar a cargo de una nueva coordinación en la UADY que surgió en el año 2019, orientada a la atención a usuarios, por ello tuve que adentrarme a entender los conceptos de experiencia del cliente, CX (Customer xperience), experiencia del empleado EX (Employee xperience), experiencia digital DX (Digital xperience) y Tecnología Educativa (EdTech). Lo mejor de esta encomienda es que obtuve la confianza y aprendí enormemente de mis colaboradores, logrando implementar e impulsar proyectos como: la ventanilla única de servicios de TI, Una arquitectura de servicios de tecnología educativa y en la temática de políticas de ciberseguridad el proyecto IoT para la mejora de los servicios universitarios. En el ámbito de la colaboración con la ANUIES, CUDI, RedCLARA y MetaRed, es este periodo de tres años se logró la publicación de varios reportes y estudios que plasman las reflexiones de lo ocurrido en el ámbito tecnológico de las IES, durante y posterior a la pandemia.
Por todo este camino recorrido, al estar celebrando por concluir mis estudios de doctorado, sintiendo esa unión con mi familia, la Universidad Anáhuac Mayab, la Universidad Autónoma de Yucatán y con mis amigos. Al portar la toga pude sentir que éstos no son sólo símbolos vistosos, pues representan agradecimiento, respeto, una huella, el privilegio de estudiar y tienen un importante significado de compromiso con la educación. Mi propósito de vida que conjuga mi vocación en el matrimonio como esposa y mamá, mi misión de servicio como cristiana católica y la pasión que tengo la Educación Superior han sido el motor para avanzar en los distintos ámbitos.
En estos momentos reflexiono, la razón de la pregunta en la entrevista del doctorado y concluyo que ha sido mi familia el pilar que me permitió alcanzar una meta que se veía lejana y difícil, con sacrificios para todos los miembros de la familia Briceño Díaz, pero también con mucho amor, comprensión y apoyo a lo largo de tres años.
Así que termino agradeciendo a todas las personas con quienes he coincido en este tramo del camino, agradecida de encontrar a extraordinarios seres humanos, ahora amigos y con la frase de la Universidad Anáhuac, tomada de la carta del apóstol San Pablo a los romanos “Vince in bono malum”.
AGRADECIMIENTOS
A mi padre Dios, por su bondad y misericordia, por ser mi fortaleza.
A mi esposo Miguel, mi amor, por ser el motor que me impulsa y por hacerme ver que realizar el doctorado se volvía un agradecimiento y también tributo para quienes se nos adelantaron.
A mis hijos Sofy, Sami y Juan Pablo mis más grandes tesoros, mi inspiración y mis maestros de vida. Gracias Sofy por tu fuerza y valentía, por ser mi consejera y apoyo incondicional, te amo y admiro profundamente.
A mi madre y suegros por sus sabios consejos, sacrificios y apoyo.
A mis hermanos (as), cuñados(as), tíos (as), primos(as) y sobrinos(as) por su cariño y compañía.
Al Dr. Alejandro Kantún por confiar en mí, por su asesoría, compromiso, por permitirme conocer al ser humano maravilloso que es.
Al claustro académico del Doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad Anáhuac Mayab y al Dr. Froylan Ceballlos.
A mi amiga y hermana la Mtra. Carmen Denis Polanco por sostenerme, motivarme y animarme siempre con sus sabias palabras.
A la Dra. Celia Rosado por ser mi inspiración, por sus consejos, orientación y apoyo en el proceso de investigación.
Al Mtro. Sergio Cervera por las facilidades laborales durante el periodo del doctorado.
A mi equipo de Tecnología Educativa, excelentes personas y amigos: Yesli Lara, Luis Baeza, Pedro Poot, Diego Dzib, Nidia Yamá, Harvey González y Claudia Pacheco,
A los directivos y personal de TI de las dependencias de la UADY, tanto académicas como administrativas por su tiempo y apoyo.
A la Dra. Luz Castañeda, por su asesoría para el desarrollo de la investigación, pero más por toda su amistad, cariño y apoyo.
A la Dra. Mercedes Vallenilla por su acompañamiento psicoespiritual que pude sentir durante todo el doctorado y en particular en los momentos que más lo necesité, Dios te siga bendiciendo para seguir ayudando a muchas almas.
A mis maestros y guías en temas de investigación cualitativa, TIC, madurez digital y Tecnología Educativa en las Instituciones de Educación superior: Dr. Faraón Llorens, Dr. Antonio Fernández, Dra. Marina Vicario, Dr. Alexandro Escudero-Nahón, Dr. Jhondert Jaimes , el Mtro. José Luis Ponce y el Dr. Carlos Franco, por su publicaciones y contribuciones para la continuidad de los servicios educativos, especialmente en el periodo de pandemia y por ser tan generosos con una servidora.
A mis queridos compañeros del Doctorado por todas sus enseñanzas, expertos cada uno en su área de aplicación del conocimiento y verdaderos amantes del magisterio, que dan todo por sus alumnos, de esos agentes educativos que tanto necesita nuestro país.
A la gran familia del comité ANUIES-TIC por el apoyo incondicional que siempre me brindan.
A mis equipos de Gobierno de TI de CUDI y ANUIES, colegas apasionados en lograr la transformación de la educación a través de las tecnologías digitales.
Al equipo CGTIC-UADY, especialmente a mi equipo de la Coordinación de atención a usuarios y soporte tecnológico.
A mis amigos y hermanos de la V generación de LCC por estar siempre allí apoyando a la familia Briceño Díaz.
A la familia MFC por seguir siempre cercanos y pidiendo en oración por la familia Briceño Díaz.
IN MEMORIAN
A mis ángeles que desde el cielo me acompañan y que celebran conmigo los momentos de alegría.
Sebastián Díaz Chay (+)
Eduardo Balam Díaz (+)
Juan Antonio Herrera Correa (+)
David Loeza Dorante (+)
Luis Gutiérrez Díaz de León (+)
Mtra. Socorro Echeverría Molina (+)
REFERENCIAS
ANUIES (2023). Publicaciones del comité ANUIES-TIC. https://publicaciones-tic.anuies.mx/
CUDI (2022). El liderazgo humanistas antes los retos de la inteligencias atificial. https://cudi.edu.mx/eventos/el-liderazgo-humanista-ante-los-retos-la-inteligencia-artificial
CUDI. (2021). Liderazgo para la transformación digital, recordando al Dr. Luis Gutiérrez. https://cudi.edu.mx/eventos/liderazgo-para-la-transformacion-digital-recordando-al-dr-luis-gutierrez
DAR, Escuela de Danza. Una vida por la danza. https://www.facebook.com/DanzadeAltoRendimiento/videos/370505121246287?locale=ms_MY
Díaz C. (2022). La vida intelectual del Fís. Juan Antonio Herrera. https://carmendiaznovelo.wixsite.com/website/post/la-vida-intelectual-el-para%C3%ADso-del-f%C3%ADsico-juan-antonio-herrera
RedClara. (2020). ACTAS Décima Conferencia de Directores de Tecnología de Información y Comunicación en Instituciones de Educación Superior, TICAL2020. https://www.redclara.net/images/TICAL/Libro-Actas-TICAL2020.pdf
RedClara. (2021). ACTAS Undécima Conferencia de Directores de Tecnología de Información y Comunicación en Instituciones de Educación Superior, TICAL2021. https://www.redclara.net/images/TICAL/actas_tical2021-5-enccuentro-latam-eciencia.pdf
Universidad Anáhuac Mayab. (2023). Doctorado en Ciencias de la Educación. https://merida.anahuac.mx/posgrado/doctorado/educacion/ciencias-de-la-educacion
Universidad Autónoma de Yucatán. (2023). Servicios en línea. https://uady.mx/servicioslinea
Vallenilla M. (2023). Las pérdidas emocionales. https://psicologiacatolicaintegral.com/articulos/las-perdidas-tempestad-calmada/
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