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Carmen Díaz Novelo

La vida intelectual, el paraíso del Físico Juan Antonio Herrera(†)

By Carmen Díaz Novelo

Me conmueve el día de hoy, compartir el legado de un ser humano que, con honestidad, esfuerzo, enseñanzas de vida y de conocimiento fue capaz de crear mejores futuros, me refiero al Físico Juan Antonio Herrera (†). Su legado se fue forjando con su trayectoria y trabajo: cuando ayudó a alguien a crecer, cuando aceptó y cambió la forma de hacer las cosas, cuando se reinventó, cuando valoró la dignidad de las personas, cuando motivó a su equipo de trabajo, cuando sembró semillas para el futuro; así es como recordamos a un profesional que representó los valores universitarios y era orgulloso promotor de nuestra cultura yucateca.

En esta ocasión escribo, reflexiono y continúo aprendiendo de las vivencias con el Fís Herrera en el ámbito de su vida intelectual y profesional, con una mirada hacia las instituciones de educación superior (IES) públicas, quienes tienen la misión de despertar el deseo de saber en cada uno de los miembros que conforman su comunidad, especialmente en los estudiantes.

Al finalizar mi carrera profesional en la Facultad de Matemáticas inicié mi desarrollo profesional en la Universidad Autónoma de Yucatán en el Departamento de Teleinformática, dependiente de la Dirección General de Planeación, Donde el Fís. Herrera era jefe de dicho Departamento y además de las enseñanzas tecnológicas, nos transmitía las vivencias de su vida académica, como estudiante y profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México y en la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY); y en sus relatos me permitió identificar su fascinación por las Universidades.

En el año de 1997 cuando varios colegas de la V generación (a la cual pertenezco) sustentaron sus exámenes de grado para poder obtener el título de “Licenciado en Ciencias de la Computación” otorgado por la Facultad de Matemáticas de la UADY, para este grupo de recién graduados el costo del título representaba una dificultad económica y al compartir esta preocupación al Fís. Herrera, nos alentó a hacer el esfuerzo por concluir este proceso, ya que nos decía que éramos privilegiados por haber logrado ingresar a estudios superiores en una institución pública y aún más por haber finalizado nuestros estudios universitarios, en esta plática nos compartió la estadística de los jóvenes mexicanos que lograban esta meta. Esta información fue reveladora ya que pude comenzar a entender la relevancia social de las instituciones de educación superior públicas que permiten que personas con bajos recursos puedan transformar sus vidas, como me ocurrió a mí.

En este ámbito, podemos identificar al Fís. Herrera como un intelectual que desempeña un puesto estratégico en una Universidad, como una persona apasionada por su trabajo, con la encomienda de administrar las tecnologías de redes y telecomunicaciones de una IES en condiciones complejas, dado el momento histórico del desarrollo de internet, las necesidades de sistematización de las Universidades y la naturaleza incipiente de un puesto relacionado con Tecnologías de la Información, terminología aún sin utilización en las estructuras organizacionales de las IES mexicanas.

El Fís. Herrera reflexionaba continuamente sobre la dinámica institucional y alineaba los proyectos estratégicos con la visión universitaria, lo cual le permitió ir permeando las tecnologías en las distintas dependencías y ámbitos académicos, administrativos y de gestión. Era admirador de varios líderes universitarios de la UADY y de otras IES del país con quienes le tocó convivir durante su gestión y con frecuencia al retornar de sus reuniones de trabajo o de sesiones de formación transmitía a su equipo varias de las frases o ideas de estos agentes educativos, además se apropiaba de estas enseñanzas y las convertía en acciones o soluciones tecnológicas. En mi opinión sus conversaciones filosóficas y conceptuales no eran con el afán de ser alabado o de realzar su figura, más bien eran propios de su formación científico - tecnológica y de su cultura; con el paso del tiempo encontró las analogías como un método de comunicación efectivo para ejemplificar el funcionamiento o la complejidad de los componentes y servicios de la red tecnológica universitaria.

Analizando otra arista de la vida intelectual, podemos decir que cuando un estudiante ha pasado por un proceso de formación en una institución de educación superior lo que se espera es que pueda tener un pensamiento crítico, formado en la racionalidad de la base científica, es decir que al resolver un problema lo realice con una determinada metodología, en este sentido en la resolución de problemas y en la búsqueda de nuevas soluciones tecnológicas, el equipo de trabajo de la UADY, se adentraba en la relación con un científico como el Fís. Herrera, de tal suerte que era común que solicitara la explicación o que cuestionara sobre los métodos empleados, esto era de difícil comprensión para quienes no están familiarizados en el rigor científico, ya que se encontraban con una persona responsable de la integridad y el orden en la ejecución de los métodos y quien por tanto no permitía la ejecución de métodos arbitrarios.

El Fís. Herrera nos compartía su disfrute de los placeres de la vida intelectual y profesional de tal suerte que comparaba el trabajo universitario con “el paraíso” esto a través de descubrir que el verdadero aprendizaje se realiza en las relaciones personales, en las actividades intelectuales, individuales y cultivadas en comunidad[1] pues eso era su equipo de trabajo, una verdadera comunidad. Diría que al igual que Hitz descubrió que el aprendizaje es una forma de servicio amoroso y que el saber es digno por sí mismo y no únicamente por los efectos que produce.

En esta reflexión sobre la universidad y las historias sobre la vida del Fís. Herrera, podemos concluir que las áreas tecnológicas requieren intelectuales profesionales con la capacidad de propiciar un entorno institucional en el que se pueda cultivar el conocimiento e ir adquiriendo la sabiduría para mirar nuestro mundo, y así asumir un compromiso de construir una sociedad mejor.

[1] Zena Hitz, tutora en el St. John’s College y profesora de filosofía en McGill University narra sus experiencias en su libro de Lost in Thought: The Hidden Pleasures of an Intellectual Life, cuya edición original fue en Estados Unidos en 2020.


Referencias

Díaz. C. (2021). Celebrando a un líder de TIC: el Físico Juan Antonio Herrera Correa


González, A. M. (2022). El deseo de saber: Formación intelectual y cultura emocional. España: Ediciones Rialp, S.A.


Hitz, Z. (2022). Pensativos. Los placeres ocultos de la vida intelectual. 244 pág. Madrid:

Encuentro, 2022. ISBN: 978-84-1339-110-6


Martínez R. (2019). La idea de universidad de John Henry Newman: verdad y comunidad. https://www.universidadsi.es/la-idea-de-universidad-de-john-henry-newman-verdad-y-comunidad/

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1 commentaire


jluis.dominguez
19 avr. 2023

Coincido con la autora en todo pero omitió algo: su profundo e igualitario respeto al talento de la s mujeres. Para muestra un botón...su ejemplo perdura en la memoria temporal y en la trascendencia...


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